Me preguntas para qué sirve visitar librerías y bibliotecas
contemplar cáctus colgantes de una ventana cualquiera
charlar con los tenderos en el sol del mediodía
hablar del pasado en una esquina
mirar los caminantes, hoy, sin lluvia
cerrar los ojos al pasar otra vez por esa calle
dejarse recorrer sin resistencia
por las sombras de colores en las plazas
Y yo creo que la luz cayendo
alrededor de ese camino suspendió
por un momento
el eco suave, oscuro de la muerte